dijous, 21 de gener del 2010

Un cuento con moraleja

Lejos de Barcelona, en un pueblo nacido entre indústrias, se encontraba Pin.
Habia ido a parar ahi, sin proponérselo. De echo se convirtió en su lugar de cobijo, sin decidirlo tan siquiera.
Es de aquellas cosas que pensamos podemos planear -¿dónde viviré?- y después las circunstancias mandan.
Pin se encontraba ambivalente. Por un lado le gustaba la tranquilidad, como único sonido trepidante era el de la sirena de las fábricas y estar con su pareja....pero por otro barcelona le gustaba mucho y deseaba volver.
Un dia despertó y encontró encima de su mesita de noche una pelota. ¿Quién la abra dejado aquí? -se preguntó. Era una pelota pequeña, echa de pachword y muy ligera. La cojió y se la puso en el bolsillo, llevandola con ella toda la mañana. Se fué ha trabajar y a la noche volvió siguiendo la pelota dentro del bolsillo de su bata.
A la mañana siguiente, la pelota volvia a estar encima de su mesilla....¿quién me està gastando una broma? se preguntó. Interrogó a su nóvio y él dijo.... ¿qué pelota?.
Estaba claro que aquel objeto, era algo más que una simple pelota de pachword. La observó detenidamente, para ver si en ella habia algun mensaje o algo por el estilo....No habia nada. Solamente trozos de tela de colores, unidos entre sí y rellenos de serrín.
Esta vez, la tomó y la llevó consigo de la mano todo el tiempo. Queria llevarla consigo a todas partes, y así lo hizo....Al llegar a casa se dio cuenta, que se la habia dejado en el trabajo.
A la mañana siguiente, al despertar la pelota estaba encima de la mesilla. ¿Como es posible, en ningun momento yo la habia visto allí hasta esta mañana?. La pelota empezaba a ser una obsesión...no le quitaba ojo! hasta el punto que ahora era Pin quien la dejaba encima de la mesilla.
Un dia vino un sobrino a casa y vio la pelota....-quedó maravillado por su colorido y su ligereza- empezó a jugar con ella. Se dió cuenta que era muy flexible, a pesar de llevar dentro serrín, la tiraba y volvia de nuevo donde él estaba. Incluso le pegó una patada tan grande, que salió del recinto donde estaba, perdiéndola de vista y ella volvió junto a él.
Cuando el sobrino se marchó, dejando la pelota encima de la mesilla, esta desapareció. Se la encontró el sobrino en su bolsillo y Pin se quedó sin pelota, no la supo valorar tal y como se merecia....como una pelota!
Desde entonces Pin, cada vez que se encuentra algo, no se pregunta ¿como llegó? sino ¿qué voy hacer con ello, qué posibilidades tiene?

2 comentaris:

Anònim ha dit...

molt bon final. Certament si tot el que arriba te una finalitat és perdre el temps mirar d'esbrinar d'on bé i molt més productiu veure què ens aporta. Segur que PIN troba un altre objecte!!!

Anònim ha dit...

Es un escrit que tenia de fa temps guardat en el tinter.....